Confesiones

No soy de decir todas las cosas que me pasan, de decir todo lo que siento. Me cuesta hablar, me cuesta expresarme. A veces quiero decir algo, y digo todo lo contrario. Soy bastante complicada, cuando quiero que  alguien me abrace, generalmente corro a todos del camino, no hablo, me encierro en mi burbuja y trato mal a todo el mundo, me aislo. Me cuesta involucrarme con las personas, me cuesta hacer relaciones, por miedo a perderlas. Siempre tengo miedo de perder. Me cuesta decidir, me cuesta ser segura con mis sentimientos, con lo que quiero y lo que debo hacer. Nunca me jugué por nada, por miedo a equivocarme, sí, una cagona, una cobarde en todos los sentidos. Siempre huí, porque esa es mi manera de vivir, huyendo.
Hace un año atrás tenía en claro todo lo que quería para mi vida, hoy estoy desorientada y sin saber qué carajo hacer de mi vida. Improvisando, asi vivo.
Hace un año atrás pensaba que tal cosa era así, hoy lo veo de una manera distinta. Hoy tengo otros amigos, hoy conocí gente increíble, hoy mi corazón siente como nunca antes había sentido.
Estas cosas generalmente las escribo en mi otro blog, el privado, no me gusta que el otro se entere de lo que me pasa, que nadie se entere de las cosas que me pasan. Pero hoy estoy tratando de cambiar, y por eso lo publico en este blog, al que no me interesa que muchos entren, me basta con que lo lean mis amigas y mi mamá, que más de una vez no sabe que sucede conmigo.
Soy muy cambiante y contradictoria. Por eso es que nunca puedo afirmar nada, porque no me pongo de acuerdo, porque casi siempre no sé lo que quiero.
Me gusta reirme, con mis hermanos, con mis amigos. Amo esos momentos de risa constante, de complicidad y sinceridad. Y si tuviera que elegir, los volvería a elegir. De eso, estoy segura.
Creo que a partir de hoy las cosas se van a encaminar, van a ir a la dirección que quiero, porque hoy tengo intención de ir a ese lugar.
Que empiece el viaje.