Estoy en casa. Volví a casa. Volví a vos.
Estoy con las personas que quiero, me faltan otras pero por ahora no puedo pedir más. La vida una vez más me enseñó a no bajar los brazos antes de tiempo, a pelearla, a luchar, y saber pedir perdón. Me demostró que estaba equivocada, que me había apartado del camino, soltándole la mano a aquella persona que me hizo conocer el verdadero valor de la amistad. De un momento a otro, decidí cambiar de rumbo, dí media vuelta y empecé a caminar por otra ruta. En el camino conocí gente increíble, pero aún así me faltaban mis compañeros de viaje, con los que emprendí esta aventura y a los que ya no ví más. Perdida, caminando por lugares que no conocía, con miedo, con dolor y angustia ¿cómo querer sacar de la cabeza aquello que no sale del corazón? ¿Cómo no darme cuenta que mi vida no estaba siendo como yo quería que sea? Acobardada por el rechazo a una segunda oportunidad, por el temor a que me digás que no, que ya era tarde. Dos meses, tres.. sin vos, sin ellos. Y ponerme una careta de felicidad que ni yo me creía. El tiempo no regresa, no vuelve por más que quiera. Pero hoy estamos aca, juntas otra vez. ¿Que tengo para decir hoy de mi vida? que tengo a mis hermanos conmigo, mis hermanos del alma y de sangre, mis amigos. Hoy ustedes son mis pies para caminar, hoy caminamos de la mano aprendiendo a vivir cada día. Como te dije la otra vez; "y mi sonrisa volvió a ser sonrisa". Así lo siento, así me siento hoy, completa.
Gracias por dejarme volver a casa.
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